Las tendencias en diseño interior cambian y evolucionan con la finalidad de dar movimiento y dinamismo a la decoración. Algunas son excelentes opciones para nuestros espacios y las adoptamos por bastante tiempo, así que es normal que nos cueste decirles adiós de un día para otro, pero deshacernos de ellas, es una oportunidad para renovar la casa y la energía de la decoración.
En la escena del interiorismo es común despedir tendencias en meses, y más en esta temporada, pues nos acercamos al final de este año. El 2023 estuvo lleno de pautas decorativas muy estilosas y funcionales; sin embargo, ha llegado la hora de despedirlas de nuestros hogares, para dar paso a lo que vendrá para la siguiente temporada, ahora del 2024.
Despídete de los blancos y grises
Es un shock imaginar un espacio interior sin tonos blancos y grises, pero en realidad no es que desaparezcan por completo, (sería algo trágico). En realidad, solo hay cambiar su tonalidad. Los espacios minimalistas —donde todo es prístino— son elegantes y funcionales, pero con la misma frecuencia carecen de personalidad o fuerza. Una mejor opción de esta estética será probar colores más cálidos y acogedores que suplanten la tendencia de los grises, como la paleta de beige o azules.
La decoración a juego está lista para irse
Es totalmente innecesario quedarnos con esta tendencia, es decir, ¿para qué tenerlo si puede haber cosas de diferentes colores y estilos complementándose? Adiós y hasta nunca a los sofás a juego, los grupos de fotos en blanco y negro hasta las estanterías coordinadas por colores, este aspecto poco natural sigue pareciendo más una decoración de tienda, que de una casa que se siente y vive real. Abramos la mente a todas las posibilidades de organizar las cosas y de combinar lo viejo, lo nuevo y lo usado; este mix será ideal para darle un toque chic y divertido a la decoración.
No a las salas decoradas con televisor
Lo entendemos, la tecnología y las pantallas son parte de nuestro día a día; sin embargo, tenemos que restringir el uso de éstas para darle protagonismo al diseño interior y eso significa sacarlas de los espacios para convivir de manera real. Sabemos que las configuraciones de los hogares no dejan espacio para una sala de TV única y exclusiva, pero hay que encontrar la forma de hacer los espacios más interactivos y no depender de una decoración centrada hacia un televisor, es hora de más charlas cara a cara.
Menos mobiliario low cost
Una de las tendencias a desaparecer a partir del próximo año es el mobiliario de bajo coto. En realidad, este concepto se refiere a la tendencia de comprar muebles cool, pero a un costo razonable. Pero ya no queremos fast decó. Tomamos más conciencia sobre nuestras casas y así como está pasando en la moda con la muerte del fast fashion —que está cambiando hacia un consumo más responsable— en interiorismo también. Eliminar la tendencia de tener muchos muebles, aunque sean baratos, se verá sustituida por mobiliario de autor o heredado que, a decir verdad, es mucho más funcional para la ecología. Además, los proyectos DIY también van a ser prioridad.
Adiós al minimalismo clásico, se renueva
El minimalismo clásico como tendencia —o diseño nórdico— no es que vaya a desaparecer en su totalidad, pero sí se está reformulando la forma en que se vivirá para este siguiente año. Está migrando a ser algo más artesanal con materiales más vernaculares. Además el nuevo minimalismo entrará a los hogares como una respuesta más real al estilo de vida actual, con más detalles, menos blanco y se romperán más las reglas de mantener todo ultra claro y ordenado.
¿Estampados tropicales? No, no, no
Nos encantan los looks relajados y playeros que conquistaron los hogares en los últimos años, pero ha llegado el momento de despedirlos. Han tenido un auge brutal y funcionaron muy bien para muchos espacios que necesitaban toques decorativos fáciles de aplicar, pero definitivamente ya es hora de enterrarlos. Por bastantes temporadas, los interiores se saturaron con diseños de palmeras, hojas de platanero, piñas, flamencos, macramés y hasta peces, así que es hora de mandarlos a la banca.
-Con información de ADMagazine